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Preguntado por nereagonell01 a Vary, Gema, Jose, María José, Patricia, Scruzcampillo el 19 Abr 2018.
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María José Ruiz García contestada el 19 Abr 2018:
Si, claro. La vida privada y el trabajo están muy relacionados y lo que hacemos en una afecta al otro y al revés. Por ejemplo, cuando yo terminé la tesis la ley decía que había que pasar al menos un años en el extranjero para poder conseguir una plaza de profesor en la universidad así que dejé a mi marido y mi hija en España y me marché a Lyon de postdoc porque por entonces yo ya tenía bien claro que quería llegar a ser profesora en la universidad.
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Gema Rodriguez Perez contestada el 19 Abr 2018:
Si, tener éxito profesional y personal es lo que mucha gente quiere, y son dos aspectos de la vida a los que tienes que dedicar tiempo. Muchos de los cambios que he tenido que hacer por trabajo es mudarme a otros paises, y eso afecta necesariamente a mi vida personal, aunque es verdad que siempre me ha gustado viajar y vivir fuera. Sin embargo, en ocasiones tienes que decidir y saber que es lo que te conviene y buscar el equilibrio entre ambas cosas.
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Patricia Reglero contestada el 19 Abr 2018:
Si. Durante una época de mi vida me fui a trabajar al extranjero aunque fue algo que hice porque quise. Y luego tuve que decidir seguir con mi trabajo o dejarlo porque a mi marido le dieron un trabajo en España y vivíamos en Dinamarca y decidí dejar mi trabajo y venir a la aventura a España. Pasé 3 años sin trabajo pero me alegro mucho porque pude dedicar tiempo a mi familia y finalmente logré engancharme en la ciencia otra vez.
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José J. Pérez-Navarro contestada el 19 Abr 2018:
Yo intento que mi vida privada y mi trabajo se lleven lo mejor posible. Aunque haya semanas o meses en las que no pueda disfrutar de tanto tiempo libre para hacer las cosas que me gustarían, siempre intento reservar algunos momentos en el día o la semana para dedicarlos a mis hobbies (hacer deporte, ver películas o salir a tomar algo con mis amigos)
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Santiago Campillo Brocal contestada el 20 Abr 2018:
Sí, pero es que no hay más remedio. Es muy sencillo: si te gusta lo que haces, tienes que dedicarle tiempo. Y el tiempo, en tu día a día, es finito. Además, dependiendo de tu profesión a veces no te puedes permitir el lujo de hacer lo que quieres como quieres porque podría meterte en un lío. El truco está en saber dónde está tu límite y llegar al equilibrio.
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