La culpa la tiene mi marido (si lee esto me mata, jeje) al que en plena crisis de los cuarenta le dio por comprarse una moto. Yo al principio no le veía la gracia porque me daba bastante miedo, sin embargo, me encanta viajar y hacerlo en moto es especial porque se va muy ligero de equipaje y la planificación es difícil porque dependes mucho de la climatología así que tiene un puntito de aventura.
Comentarios