En realidad no lo sabemos con seguridad, aunque creemos que es una respuesta evolutiva para conseguir más agarre, ya que aumenta la superficie de la piel. «Según los expertos, este fenómeno podría haber ayudado a nuestros ancestros a obtener alimentos de ríos y charcas, así como evitaría que se cayesen fácilmente. Por otro lado, se preguntaban, ¿por qué no tenemos, entonces, los dedos siempre arrugados? Su hipótesis es que esto reduce la sensibilidad del tacto, lo que podría suponer una desventaja evolutiva importante. No somos los únicos animales a los que se les arrugan los dedos cuando están mojados. Aunque esto es difícil de comprobar en el mundo salvaje, sabemos que a los macacos también se les arrugan los dedos con el agua, por lo que es asumible pensar que a otros primates también.»
Este fragmento lo escribí para el este artículo, donde lo expliqué más detenidamente. A ver si te ayuda a resolver la duda 😀
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